El estrés y la fatiga no sólo ocasionan cansancio y dolores musculares, también causan severos problemas sobre la piel. Ninguna persona escapa de situaciones que producen estrés.
Este término, en los últimos años, ha sido protagonista de estudios, libros, experimentos, entre otros.
Son muchos los fármacos que existen para combatirlo y muchas bebidas energizantes que prometen acabar con él. Los productos cosméticos no se escapan de esta tendencia y ofrecen en su rubro soluciones para aquellas personas que presentan el llamado agotamiento cutáneo.
En el campo de la cosmética, el estrés y la fatiga son dos conceptos diferentes, difieren también sus señales y la forma de combatirlos. «La mayoría de las personas tiende a confundir los productos antifatiga con las cremas antiestrés. Hay que aclarar que no son lo mismo.
La diferencia entre ambos es que el estrés es más de tipo emocional y mental, y la fatiga se relaciona más con lo físico. Por lo tanto, ambos se tratan de forma distinta. Existen productos que trabajan a partir de la aromaterapia para tratar el estrés, y por otro lado están los que trabajan con agentes químicos y naturales para combatir la fatiga corporal», explica Michael Gebrael, gerente técnico de Helena Rubinstein.
La fatiga se refleja principalmente a través de la coloración grisácea del rostro. Pero también suele ir acompañada de una piel irregular, inflamada, en el área de los ojos, marchita y con falta de vitaminas. En pocas palabras, es un cutis que no se encuentra apto para recibir productos de tratamiento, ya que esconde una piel asfixiada por sus propias células muertas. El estrés, por su parte, se manifiesta dotando al rostro de una apariencia cansada y sin vida.
Cosméticos para ayudarnos
Los productos cosméticos difieren entre sí por su fórmula y agentes activos. Cada casa utiliza los que cree más convenientes. Para tratar la fatiga y el estrés existen un sinfín de minerales, vegetales, oligoelementos, hierbas y vitaminas, que en ocasiones se combinan con los efectos de la aromaterapia. De manera que los olores trabajen en conjunto con los principios activos de estos componentes y se tengan efectos más rápidos y eficaces.
Entre los componentes más usados para combatir las señales de un rostro fatigado, se encuentra la vitamina C, pionera en proporcionarle energía al cuerpo. Estudios aseguran que la aplicación de esta vitamina ayuda a obtener una piel menos cansada, con vitalidad y luminosidad.
«La vitamina C funciona como un antioxidante que no sólo protege a la piel de los radicales libres, sino también estimula la micro circulación y produce un drenaje linfático», aclara Gebrael, quien explica que es importante usar esta vitamina en países tropicales, por la presencia constante de radicales libres como los rayos UVA y UVB.
Por otro lado, para tratar el estrés, existen dos caminos: utilizar componentes energizantes para ofrecer productos que en vez de calmar le den energía a la persona, o usar ingredientes relajantes que produzcan sensaciones de descanso.
Por lo general, las casas de cosméticos suelen ofrecer ambos tipos de productos, de manera que la persona pueda elegir según sus necesidades o combinarlos. En el día es recomendable usar productos energizantes para enfrentar la rutina cotidiana, y en la noche se aconsejan cremas relajantes que ayuden a conciliar el sueño.
Un componente muy utilizado en estos productos es una hierba llamada ginseng por sus propiedades terapéuticas, cabe señalar que desde la antigüedad se ha recurrido a ella para armonizar cuerpo y mente.
Todas lo padecemos
Con el pasar del tiempo la piel va perdiendo su capacidad natural de regenerarse y sumándose a esto se encuentran aquellas situaciones en las que nuestro organismo requiere de un mayor consumo energético lo cual hace que la piel sufra también, por otro lado el estrés genera aún más tensión y ralentiza los procesos celulares por lo cual la piel deja de hidratarse de manera natural y su sistema protector se debilita seriamente.
Lo que sucede en nuestro interior muchas veces se refleja en nuestra piel y es de esta manera que cuando estamos pasando por momento difíciles la epidermis nos alerta de problemas, entre los signos que emite podemos encontrar arrugas marcadas más de lo normal, irritaciones, resequedad cutánea, decoloración, etc.
Entre esas tensiones se encuentra el insomnio, que causa daños sobre la piel debido a que impide que esta se regenere de manera adecuada. Asimismo, tanto el sol como el frío, el viento o las alteraciones de temperatura bruscas, dañan la capa protectora de la piel.
Algunas soluciones más
En los institutos de belleza, son numerosas las terapias que buscan eliminar el estrés mediante técnicas como el masaje, la aromaterapia, la fangoterapia, entre otras. Pero, una solución más accesible y más inmediata -en estos momentos donde se vive un estilo de vida ajetreado acompañado de crisis económica- es la compra de productos cosméticos que se adecuen tanto a las posibilidades como al tipo de piel, por ejemplo la casa Helena Rubinstein ofrece una línea llamada Force C Premium creada para tratar y combatir la fatiga.
Su gama de productos es tan amplia que se puede conseguir desde un fluido, una crema, un gel y un suero, hasta un mousse para el cuerpo y una mascarilla. Esta línea contiene tres tipos de vitamina C: la fresca, la glucosilada y la de fosfato de magnesio. Lo que se traduce en 12 horas de efecto sobre la piel.