El terrible mito de las píldoras antigrasa

Ni los avances científicos ni la naturoterapia han conseguido aún una pastilla adelgazante sin efectos secundarios, y no parece que estén muy cerca de conseguirla. El problema es que es muy difícil descubrir alguna píldora que ayude a adelgazar sin dañar el sistema digestivo ni el corazón.

El terrible mito de las píldoras antigrasa
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La verdad de las píldoras para bajar de peso

Las distintas alternativas que existen y que no son demasiado perjudiciales para el organismo no permiten bajar mucho peso y sí que tienen efectos secundarios adversos.

Por otra parte, esos medicamentos y pastillas están prohibidos en España. Muchas personas se arriesgan comprando estos productos por internet. Esto conlleva un alto riesgo puesto que puede suponer graves perjuicios para la salud.

Algunas de las píldoras más novedosas son Belviq, de Arena Pharmaceuticals y Qsymia, de laboratorios Vivus Mountain View, en San Diego y California. La característica que hace a estos medicamentos tan especiales es que han sido los primeros que ha aprobado la autoridad sanitaria de Estados Unidos y ambas se venden con recetas.

El problema es que estos medicamentos suelen tener muchos efectos adversos. Hace varias décadas se comercializaba Fen-Phen, unas pastillas que estaban hechas con dos supresores del apetito, Fenglusemine y Phentermine. Los expertos la llamaban “la píldora milagrosa” porque conseguía que quienes la tomaran bajaran de peso considerablemente. Sin embargo, el milagro acabó en tragedia: varias personas murieron por problemas cardíacos y otras desarrollaron enfermedades coronarias.

El problema es que los fármacos Qsymia y Bleviq contienen la misma sustancia que el FenPhen, el Phentermine. El hecho de que las autoridades estadounidenses hayan permitido su comercialización no agrada mucho a médicos y científicos, pero si a los pacientes que quieren perder peso que han empezado a comprar masivamente estas píldoras.

Un problema de escala social

La obsesión por perder peso es algo latente en toda la sociedad occidental, que además es una de la que más índice de obesidad presenta y la que más comida basura ingiere. Hay personas que intentan comer sin engordar mediante anfetaminas como Adderall, un medicamento que sirve para tratar trastornos por déficit de atención y que tiene muchos efectos secundarios.

En España los antidepresivos si están permitidos, pero medicamentos como Qsymia, Belviq y muchas otras píldoras antigrasa están prohibidas. En España también se han probado otros cócteles saciantes con graves efectos secundarios, pero los expertos advierten de que estos tratamientos no solucionan el problema de fondo. Normalmente éste suele ser psicológico, además de un mal estilo de vida.

Lo único que consiguen las pastillas es acelerar el metabolismo, pero hay muchas más formas de perder peso de forma milagrosa, como por ejemplo repartiendo las comidas, ingiriendo más frutas o verduras y haciendo ejercicio a diario. Quizás no sea una simple pastilla, pero si merece la pena arriesgarse para perder peso deberían plantearse si no es mejor optar por un poco más de fuerza de voluntad para perder peso de forma sana y natural.

¿Qué opinas de las píldoras antigrasa? ¿Has probado alguna?

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